Hola el que se casa casado, que ya era un dicho que le escuchaba a los abuelos hace muchos años, pero que en el espectador nadie habria entendido por estos días. Según veo, fueron embarradas de las semanas pasadas, pero como en esta no hubo muchas. O no encontré, pues las traigo a colación porque me parece muy curioso que en el lapso de apenas dos días hubieramos confundido en dos contenidos diferentes el cazar con ese, que significa algo muy diferente a cazar con zeta. El primero fue el día del revolcón ministerial, en cuya nota al otro día en el impreso hablamos de la pelea que casó el Presidente Petro con los partidos Liberal, Conservador y de la U y ya hubiera querido el Presidente de haber casado con zeta a esos partidos para mantener la coalición pero no de lo que hablabamos era de la pelea que casó con ese con aquellos partidos. Pero ya les digo que resultó curioso que justo al otro día, en una sección totalmente diferente, también hayamos tenido la misma confusión y hayamos puesto a cazar caracoles con ese. Como les escribí en el jalón de orejas a los muchachos para que hicieran la corrección respectiva, los enamorados se casan y eso a veces a los caracoles los cazan. Los cazan con z claro y como va a estar corto este capítulo de hoy, les confieso porque tengo tan presente ese error, que no es tan común. En realidad, fue mi primer error de ortografía en el periódico y todavía me sonrojo recordando la situación. Lo había puesto en el titular de una carrera de carros que iba a cubrir en la que había una batalla casada que yo puse con zeta entre dos automovilistas. No salió el error, porque el editor judicial de entonces, el recordado Don Luis de Castro, lo alcanzó a ver de pasada. En aquella época, todo el periódico quedaba expuesto sobre una especie de mostrador de vidrio donde se montaban las páginas en papel fotográfico con pegamento y bueno lo vio, Don Luis, alcanzamos a cortar la zeta y poner una ese allí pegada, razón por la cual hasta ahora se hace publicó mi primer error grave de ortografía. Espero que los autores de estos de esta semana pasada recuerden, como yo, para toda la vida, que una cosa es casarse y otra ser casado. También tuvimos un malentendido que se generó por falta de información interna. En realidad y terminamos en una diferencia pública por llamarlo de alguna manera con los colegas de Pulso, en la que no teniamos la razón nosotros. En realidad, fue un periodista nuestro, desde su cuenta personal, quien sintió que se estaban aprovechando de una entrevista que le había hecho con Margarita de Francisco, que apareció reproducida y titulada en su estilo en pulso. La verdad es que el error fue nuestro. Algunos contenidos de algunas secciones que compartimos con Pulso en acuerdo sobre la mesa y a las que no se comparten, pues hay que ponerles aquí en TACK para que el sistema no las envíe. En este caso, no le pusimos el TAC y se envió en el paquete que compartimos con Pulso, de manera que ellos tenían por error nuestro todo el derecho a utilizar esa entrevista. Disculpas a los colegas bueno, no es mas. No ven mucho