Hola y bienvenidos a Glst. Este episodio se titula el fantasma de Wall Street. En el corazón de Waldstreet. Entre los altísimos rascacielos que brillaban con la promesa de prosperidad, existe una historia escalofriante susurrada en los oscuros rincones del distrito financiero. Era la historia de un joven llamado Theodor mon Row, que tuvo un trágico fin a la cual fatídico día de night ting tony Nine, en que se desplomó la bolsa. Tío. Dormon Row había sido un brio y ambicioso corredor de bolsa, conocido por su incomparable habilidad para predecir las tendencias del mercado. Nacido en el ceño de una familia modesta, había ascendido con determinación y una asombrosa capacidad para comprender las complejidades de Wall Street. A medida que avanzaban los locos años veinte. La estrella de Theodores seguía creciendo, acumuló riquezas más ala de sus sueños, más descabellados, viviendo una vida de lujos y excesos. Pero fue precisamente este éxito el catalizador de su caída. En el verano de ninten Hoani Nine, Theodor estaba en el cenit de su carrera. Se había forjado una reputación de oráculo financiero y sus clientes estaban pendientes de cada una de sus palabras. Se deleitaba con su nueva riqueza y organizaba fiestas extravagantes en su ático con vistas o Wall Street. Sin embargo, la obsesión de Teodoro por el éxito y su insaciable codicia empezaron a consumirle. Se volvió imprudente y realizó en versiones peligrosas en busca de una riqueza cada vez mayor. Abalanco su fortuna hasta cotas inimaginables y cuando el mercado bullsátil se disparó. Fue considerado un genio de las finanzas, pero los vientos del cambio cobraban fuerza y se avecinaba una tormenta en Wallstreet. La imprudencia de Theodor les había dejado al descubierto con enormes deudas que no podía pagar. Mientras la bolsa se tambaleaba al borde del colapso, Su imperio se desmoronaba ante sus ojos. Aquel fatídico martes negro de octubre de nighting Towani Nine, el pánico y la desesperación invadieron Wall Street como una plaga. Mientras Theodore observaba cómo los teletipos emitían un torrente san de números rojos. Supo que su mundo se desmoronaba. Su fortuna se evaporó en cuestión de horas y sus clientes, que antes le eran leales y le adoraban, se volvieron contra él con una arabía venenosa, incapaz de soportar el peso de sus fracasos y la vergüenza que le consumía. Theodor Monro tomó una decisión desesperada y trágica. Subió a la azotea de su ático con vistas al corazón mismo del mundo financiero que había conquistado. Mientras el mercado seguía su implacable caída dio un último y descarador paso. La caída desde acuella gran altura, fue rápida y brutal. La vida de Teodoro terminó en un instante. Un eco conmovedor de las fortunas que se habían perdido. Aquel día su cuerpo yacía destrozado en Wall Street sombrío testimonio de la calamidad que se había abatido sobre la nación. Sin embargo, la historia de Teodor no terminó con su muerte. Su espíritu inquieto permaneció en Wall Street, perseguido para siempre por el espectro de sus fracasos. El crack de Knight in Juan Night no solo marcó el final de su vida, sino también el principio de su tormento a lo largo de las décadas. Y númerobles comerciantes, banqueros y petones informaron de espeluznantes encuentros con una figura sombría en Wallstree. Algunos afirmaron haber oído susurros lugubres en el frío viento que recorria los canones de hormigón y acero. Otros hablaban de apariciones escalofriantes que se asemejaban a un joven elegante vestido con un traje de los años veinte, con el rostro eternamente marcado por la desesperación. Se decía que el fantasti de Teodore vagaba por el distrito financiero condenado para siempre a presenciar el frenético flujo y reflujo de las fortunas. Observaba cómo hombres y mujeres celebraban sus victorias y sufrían sus derrotas. Incapaces de escapar del implacable ciclo de Wallscrey. Una noche, una jovena gente de bolsa llamada Emilis, encontró trabajando hasta tarde en una oficina poco iluminada de Wall Street. Siempre se había mostrado escéptica ante las historias que rodeaban al fantasma de Theodore y mon Row, pero había oído las suficientes como para sentir un inquietante malestar. Mientras Emily hacía números y revisaba los informes financieros, se dio cuenta de que había una presencia inquietante en la habitación. El aire se volvió más frío y hoyo unos susurros débiles y melancólicos que parecían emanar de las propias paredes. Una repentina corriente de aire helado le produjo un escalón frío. Se volvió y se encontró cara a cara con la forma espectral de Teodore con los ojos llenos de angustia y desesperación. Su voz, un lugubre eco del pasado perforó el silencio tú también caeras. Susurro y sus palabras la helaron hasta los huesos. Este lugar nos reclama a todos. Emily retrocedió dando tumbos con el corazón, latiéndole con fuerza por el terror. Huyó de la oficina, dejando atrás su trabajo y el inquietante espectro de Teodoro Monroe. Desde esa noche, Emily cambió para siempre. Se obsesionó con descubrir la verdad sobre el fantasma de Teodoro y la maldición que lo une a Wall Street. Su investigación la llevo a archivos olvidados y diarios enigmáticos, revelando toda la extensión de su trágica historia. La buscueda de respuestas por parte de Emily la llevo a encontrarse cara a cara con el fantasma de Teodor una vez más, pero esta vez, armada con los conocimientos que había adquirido, con una determinación incuebrantable, llevo a cabo un ritual que esperaba liberaría su alma, torturada de su tormento eterno. Mientras Emoly recitaba el conjuro, una luz cegadora envolvió la forma espectral de Teodoro y sus gritos de angustia lenaron el aire y resoñaron en Wallscreek. Era un espectáculo desgarrado, una batalla entre los vivos y los muertos, entre el pasado y el presente. Y entonces, en un último estallido de energía etérea, el espíritu de Theodore Monroe fue liberado. Su forma fantasmal se disipó dejando tras de sí una sensación de profundo vacio en el corazón de wal Street, Emily había tenido éxito, donde innumerables otros habían fracasado. La maldición de Teodoro se Javier Rotto y su espíritu descansaba por fin. Los relatos de sus fantasmas se desvanecieron lentamente en los anales de la historia, sustituidos por el zumbido omnipresente de las transacciones financieras y la incesante marcha del tiempo. Echos de Wall Street fue un escalofriante recordatorio de que la búsqueda de la riqueza y el éxito puede conducir al más oscuro de los finales. La trágica historia de Theodoro Monroe servía de advertencia de espectro persistente de una época basada en la que el mundo había sido testigo de la devastación del crac ursátil y del alma embrujada que había dejado tras de sí gostas. Una producción de Karol Shark Media escrita y presentada por Alexander y en Maccintire, producido por mc Francis, productores ejecutivos Marc Francis y John Mathermouth. Hemos hecho todo lo posible para traducir este espectáculo de su historia original en inglés. Pedimos disculpas por cualquier éroe