Hola y bienvenidos a gust El episodio de Joys se titula el fantasma de la autopista uttac Ali. Abajo en el corazón del aut back australiano, donde la tierra roja se extiende hasta dónde alcanza la vista, hay un fantasma que recorre las carreteras solitarias y las pistas olvidadas. Le llaman out Back Jack, un americano bromista que se perdió en la inmensidad del desierto para no volver jamás. Pero antes de que Jack se convirtiera en un espíritu inquieto, no era más que un vagabundo, un hombre de espíritu libre, enamorado de la aventura. Nacido y criado en el corazón de los Estados Unidos, tenía un espíritu tan indomito como la salvaje frontera. Jack lo había visto todo desde las luces de neón de las Vegas hasta los polvorientos bares de las llanuras de Texas. Un fatídico día, impulsado por su ansia de viajar y su deseo de lo desconocido ya puso sus ojos en Australia. Oyó hablar de la beleza indómita de Luthback, de los horizontes infinitos y del encanto agreste del país austral así que hizo las maletas, se despidió y se embarcó en un avión rumbo a la tierra de los canguros y los coalas. Australia recibió allá con los brazos abiertos y no perdió el tiempo explorando sus vastos y salvajes paisajes, desde las buliciosas calles de Cidney hasta los remotos pueblos de Luthback Yak. Se empapó de la beleza única de la tierra y sus gentes, Pero fue el desierto lo que realmente le atrajo. Las interminables arenas rojas, los cielos nocturnos repletos de estrellas y el silencio que parecían no tener fin. Ya canseaba conocer el verdadero corazón de Australia, recorrer sus polvorientas, carreteras y sus caminos olvidados. Una mana ana soleada con un viejo coche destartalado y un mapa en la mano, ya que emprendió su viaje por el Outback, había oído hablar de la tristemente célebre out Back Kiway, una ruta que serpenteaba a través de un desierto remoto e implacable. Jack no se dejó intimidar su espíritu ardía con la emoción de la aventura. A medida que se adentraba en el desierto, el paisaje se volvía más implacable, el sol abrasador e implacable. Pero Jack siguió adelante con el viento en el pelo y la carretera abierta, extendiéndose ante él. Los días se convirtieron en semanas y las provisiones de Jack empezaron a escasear. Confió en la amabilidad de los extraños que encontró por el camino, compartiendo historias y risas bajo el inmenso cielo de utback, pero el desierto no perdonaba y el agua empezaba a escasear. Fue en un caluroso día de verano cuando se produjo la tragedia. El coche de Jack se averio en medio de la nada con el motor chisporroteando y echando humo sin forma de pedir ayuda y con las reservas de agua menguando. Sabía que estaba en apuros A medida que las horas se convertían en días, la situación de Jack se agravaba. Luchaba por sobrevivir en el duro desierto bajo un sol implacable intento oracionar el agua que le cuidaba, pero era una batalla perdida. Una noche, mientras las estrellas brilaban en lo alto, ya tomó una decisión. Con sus últimas fuerzas partió a pie con la esperanza de encontrar ayuda o civilización, pero el desierto era implacable y las fuerzas de Jack menguaban a cada paso. Los días se convirtieron en semanas y los pasos de Jack se hicieron más lentos e inseguros. Avanzaba a trompicones por la interminable extensión de arena y sol con la garganta reseca y el cuerpo debilitado, sabía que se enfrentaba a lo inevitable. Fue en un tramo desolado de la autopista Utback, donde Jack sucumbió finalmente a la implacable naturaleza su cuerpo sedio y se desplomó en las arenas rojas con su último aliento, escapándose en el aire árido. Y así ut Back Jack encontró su prematuro final en el corazón del desierto australiano, a un mundo de distancia de la tierra que había llamado hogar. Su espíritu, sin embargo, no estaba preparado para seguir adelante. Su alma inquieta permaneció atrapada en el ut back, persiguiendo para siempre las carreteras y caminos que una vez recorrio. En los anos siguientes, los viajeros de la ut back Heyway contaban historias de una figura fantasmal, un estadounidense bromista que aparecía en la oscuridad de la noche dando vueltas por las polvorientas carreteras. Algunos decían que los habían recogido y que se había desvanecido en el aire. El espíritu de utbackjack era travieso conocido por gastar bromas a los que se aventuraban en el desierto. Susurraba el viento hacia bailar sombras sobre la arena y hacia que los motores de los coches chisporroteran y separaran. Pero por debajo de las bromas y travesuras. Había un sentimiento de soledad en la obsesión de Utback Jack Era un alma pérdida, siempre buscando algo que nunca podría encontrar. Y así, en una noche sin luna, en el corazón del autbaco australiano, la figura fantasmal de Utback, ya que apareció una vez más, estaba de pie a un lado de la polvorienta carretera, con el sombrero de vaquero bajo sobre los ojos y una sonrisa irónica en los labios. Cuando un viajero solitario se acercó en un viejo coche destartalado Outhback, ya que extendió el olgar y el viento susurro en el desierto, el coche se detuvo y el conductor bajo la ventanilla con cara de sorpresa. Necesitas que te lleve amigo, preguntó el conductor con voz temblorosa. Alutback ya crió entre dientes su voz resoñando en la quietud del desierto. Se podría decir que sí, compañero. Levo mucho tiempo esperando y con eso outback Jack subió al coche su presencia fantasmal, un parpadeo en la oscuridad. Mientras el coche se adentraba en la noche, el espíritu del americano bromista se puso de nuevo en marcha, recorriendo siempre las solitarias carreteras del interior de Australia. Un alma perdida en busca de algo que nunca pudo encontrar costes. Una producción de caloroga Shark Media escrita y presentada por alexand Maccintire, producido por mc Francis productores ejecutivos Marc Francis y John Mathermouth. Hemos hecho todo lo posible para traducir este espectáculo de su historia original en inglés. Pedimos disculpas por cualquier éroe