Esta es la segunda temporada de la tercera Ley de Newton. En el crimen pasa igual producido y narrado por Mariano Osorio, con la colaboración de soñaraciones original de Valentín donas Te para toda fuerza de c existe una fuerza contraria del mismo tripo y su acritud do. Esta historia es cien por ciento ficción. Cualquier semejanza con la realidad. Esmera coincidencia de advertencia. Contiene violencia y lenguaje apropiado. Se recomienda discreción capítulo dieciocho hermanos traidores en la habitación del hospital privado. Esteban ya se ha muerto sobre la cama, Ricardo Camila y Van y Adán. Sus hermanos lo abrazan y lloran desesperadamente. Uno de los dos médicos que atendieron Esteban dice que la salud de éste empeoró y que su corazón no pudo resistir. Ricardo enfurece golpea al médico. Discute que no fue así, sino que lo mataron. Arguye que Esteban vio al lavador de ventanas que por eso gritaba y señalaba desesperado. Luego se va a golpes contra el médico. Le reclama por qué si no lo hubiera sacado del cuarto habrían visto al lavador de ventanas. Las enfermeras y el otro doctor sollozan al ver como Ricardo masacra su compañero, pero qué pueden hacer. Se encuentran a merced de los narcos. El hospital está sitiado o más tarde en la morgue. Un patólogo ternida de analizar el cadáver de Esteban les informa a Ricardo Camila y Bannie Adán que su hermano fue asesinado con bromuro de becuronio y cloruro de potasio, compuestos de la inyección letal que se usa en la pena de muerte en Estados Unidos. Ricardo ordena a sus hombres que transporten Esteban para darle digna sepultura. Todos los integrantes del cartel abandonan el hospital en un convoy de camionetas. Horas después, en el panteón exclusivo, donde están sepultados Germán y Saúl, hermanos de Ricardo, capo del Cartel Supremo, Álvaro, con sotana negra, pronuncia la misa de exequias para Esteban que yace en un ataúd. Ricardo Camila y Iván Adán, Estefanía, Julia, Emiliano y otras personas allegadas a la familia escuchan el salmo que pronuncia a Álvaro Camila le pregunta a Ricardo si no se le hace extraño, que Valente no esté en el sepelio y que tampoco haya ido al hospital. Ricardo hace corajes al mismo tiempo en el bar de un hotel lujoso. Es tan Valente y Mauricio al dama candidato presidencial, el mesero les trae una botella muy cara de vino tinto y les sirve una copa a Mauricio. A Valente le sirve agua Hitler desde otra mesa filma con una microcámara. El audio le llega por medio de un micrófono que porta Valente en la ropa. Mauricio me extiende su copa. Le corresponde el brindis bebe un sorbo de vino. MM. Qué buena elección. Cómo pudiste elegir uno tan bueno si no bebes Valente le explico que soy conocedor, pues a mis hermanos y mis músicos les gusta el buen vino. Se disculpa por la cuenta pasada del restaurante. Comenta que al irme y dejarlo con una botella tan buena de vino, se tomó el atrevimiento de invitar a unas amigas y después ordenó o las botellas más. No te preocupes. Mauricio. Lo sé. Cuando me llegó a la notificación del Banco. Lo imaginé le responda. No te molesta que haya sido excesivo, Mauricio, doscientos mil pesos. No es excesivo. Qué bueno que lo disfrutaste. Sonríe dice que ya lobenson y que quiere saber qué tipo de favores me harían los secretarios de su gabinete. Si lo hago ganar la Presidencia. No te lo puedo decir aún él insiste. Me confiesa que le preocupa no saber en qué se mete. Mauricio, estás frente al próximo capo del cártel Supremo. Se impacta, se asusta, se pone nervioso, voltea a ver si alguien lo vigila. No. No, no. Yo no puedo negociar con alguien así. Nunca imaginé que usted tranquilo, Mauricio, y háblame de tú. No soy el campo. Apenas voy a convertirme en él. Quitaré en medio a los narcos de mi cártel que me estornn y para lograrlo voy a necesitar los favores de tu Secretario de Hacienda, el de la serena, el de la marina, el de la función pública y el Fiscal General. Se le llenan los ojos de lágrimas. Dice que lo perdone, pero nunca imaginó que yo era un arco, pues soy un hombre refinado. Tengo conversación culta y, además, soy artista. Lo sé Mauricio. Todos los demás son un cliché valente. Me confundí pensando que sólo buscabas que favoreciera tus empresas. Discúlpame, no puedo hacer tratos contigo. Le explico que todos los gobiernos hacen pactos con algún cártel y ambos se benefician. Los gobiernos obtienen del narco dinero, campañas, costosas y favores, por ejemplo, borrar del mapa algún político que les estorbe los cárteles obtienen de los gobiernos libertad para operar. Mauricio, después de mí te buscarán más narcos y no te tratarán bonito como yo. Tarde o temprano, deberás pactar con alguno en el hipotético caso de que ganes. La Presidencia da por contados tus diez. Me acabas de despreciar y voy a ir por tu cabeza si no te alías con algún cartel que te proteja. Tú tu familia y tu gabinete están todos muertos y se te ocurra denunciarme. No sabes de lo que somos capaces los narcos cuando estamos furiosos. Mauricio me ve aterrado, lo siento mau en este país gobernamos nosotros. No observa con tristeza y de Dios, pues ni modo voy a llegar a donde tenga que llegar en las elecciones y que Bernardo o Juan Carlos ganen como está previsto en las encuestas, se levanta y se va mierda más tarde en la sala del departamento de Valente. A nada, Vida y Fernando ya dan paso solos. Valente los deja parados y agarrados del sillón. Luego se aleja de ellos unos metros ven ala ven con papá. Ana me mira y sonríe. Luego pone Carita de Molestia, agarra un juguete y lo muerde pobrecita ella. David y Fernando sufren dolencias y come son en las encías. Ya le salieron los dientes enfrente, unos de arriba y otros de abajo. Los de Ana y David son bonitos, son como medios dientecitos y están saliendo derechos. Los de Fernando son unos dientotes y están saliendo chuecos. Claro ya se podía esperar. Son como los pinches dientes de caballo del pendejo, hijo de su puta madre de arturo. Fernando me mira, me extiende los brazos, se suelta del sillón y camina hacia mí con una sonrisa que ilumina el planeta entero. Lo pesco, pues agarró velocidad y estaba a punto de caer y romperse. La madre lo vuelvo a dejar estacionado agarrado de otro sillón y ahora le hablo a David. Venga, Vid ven hijo, Venga, Papá, David balbucea, extiende las manos y camina sin pedos. Eso eso bebe lo cargo. Pegaste rápido con papá. De repente escucho por primera vez la palabra más hermosa, Papá. Volteo hacia abajo. Papá, me dice Fernando y me extiende las manitas. Primero no es el primero que me dice, papá, y no es mío carajo lo cargo, me acaricia la cara y me sigue diciendo, Papá, maldita vida de mierda. Pero el qué culpa tiene valente no puede evitar llorar se calma baja. Fernando, Estefanía viene de la recámara a dónde vas. Le pregunto. Me contesta que aún es va y te compras y por eso te tenías que maquillar. Tanto. Dice que puedo pensar e insinuar lo que quiera enojarme gritar y que le importa un carajo aclara, que va a descansar esta tarde de los trillizos y que los viverones están en el refre Comenta que si no quiero alimentar a Fernando, se lo dé a la niñera para que lo haga por Fernando. No te preocupes. Estefanía, le voy a dar su vibrón, pero si descubro que fuiste a ver a Arturo Bianca, se va a enterar de todo te lo advierto. Estefanía se congela sabe qué Bianca, la esposa de Arturo, la destruirá públicamente, pues es una influencer. Estefanía está presionada por Ricardo para mantenerse fuera de escándalos norma que él exige a sus hijos y familiares. Siempre creí que Ricardo se molestaría porque Bianca tiene una vida muy pública. Pero Bianca se vio inteligente, ganó campeonatos firmes y creó una compañía de suplementos. La compañía creció. Los suplementos no son de alta gama, pero se hicieron populares. Son de los que abundan en los gimnasios de clase media de toda la República. Muchos clientes de los gimnasios siempre han pagado en efectivo los suplementos. Bianca comenzó a lavar dinero del cartel. La cabrona Ahora es dueña de gimnasios en varios Estados del país que en realidad son del Cártel vianja es prestan hombres y con los gimnasios sigue lavando dinero a la organización estefanía, me ignora avanza para irse. Le digo que está advertida. Si vuelve a ver Arturo, me interrumpe, escupe su ponzoña sobre mí. Eres tan hombre que ahora, en vez de asesinar Arturo con tus propias manos como acostumbrarías, vas a venir con chismes de mujeres y meterás a Bianca, hija de la chingada. No voy a caer en tus provocaciones. Estefanía, le dejo en claro, le brillan los ojos. Vuelve a Atacá, no vas a caer en mis provocaciones. O no puedes asesinar a Arturo porque te tiene agarrado de los huevos. Valente pregunta qué me dijo Arturo para que no lo haya aniquilado aún. Si soy un ander tal wow, te quedaste callado. Valente me recrimina triunfante, agarra su bolsa y sale del departamento. Días después, en el Mar Caribe, un hidroavión acuatiza en aguas colombianas. Un yate mediano se acerca al hidroavión y van director de Importaciones, la directora administrativa y diez guaruras del Cartel Supremo descienden de la aeronave. Abordan el llan llegan al muelle de una finca cerca de Barranquilla y Van Camila y sus hombres bajan del yate entran al inmueble. Un colombiano funge como prestan hombres de la finca, pero es del Cártel Supremo. Hay cocinera, mucama y empleados locales que mantienen en buen estado la playa y los jardines del lugar. Al día siguiente, en una granja cerca de Barranquilla, Colombia y Van Camila, José Manuel y Arístides almuerzan en un comedor en el jardín Camila se maravilla con la granja de José Manuel, pues cuenta con muchas hectáreas. Aristides pregunta por Valente Camila dice que está ocupado en labores de la zona centro del cartel y que manda saludos. Al terminar el almuerzo, José Manuel pregunta Iván y Camila si saben montar el responden que sí. José Manuel los invita a galopar en sus caballos. Criollos colombianos van a las caballerizas. Unos empleados se ensillan cuatro caballos, José Manuel, Arístides y Van y Camila los montan y salen a pasear a los cerros que pertenecen a las hectáreas de la granja. Los guaruras se quedan en las caballerizas. En un momento, Aristides y José Manuel se retrasan discretamente y con sus caballos se meten entre los árboles. Vivan y Camila hacen detener sus caballos. Maldicen Veinte hombres están adelante en el camino montados en caballos y les apuntan con ribles y Van y Camila buscan a José Manuel y Arístides, pero ya no están hacen galopar sus caballos en otra dirección se frenan de nuevo abruptamente sus caballos, reparan y relinchan por los jalones de las correas y Van y Camila reniegan, pues veinte hombres más montados en caballos les apuntan intentan escapar, pero se percatan de que por los extremos también hay jinetes armados. No hay a donde huir. Están rodeados. Al día siguiente, en el reclusorio norte, un guardia abre la reja de la celda de Ricardo y se retira la abrió para tres policías de la p d I que vienen a visitar a Ricardo. Dos de ellos se quedan en la puerta y, como es usual, el otro entra se quita el casco gougles y pasamontañas. Para qué me necesitas Ricarte me mira de manera inquisitiva. Qué mierdas traer a este pendejo. No sé nada de Iván y Camila. Me informa. Le pregunto que tiene que ver eso conmigo. Me explica que Iván y Camila fueran a Colombia a negociar con mis contactos otro cargamento de cocaína. Qué por qué no me avisaste para acompañarlo. Ricardo, las cosas en Colombia se quedaron calientes. Me pregunta si se qué les pasó. Le digo que no tú creías que Iván y Camila te habían mandado matar en Colombia Valente no te hagas pendejo y ahora, misteriosamente se los trago la tierra allá. No estas diciendo que yo les mande a hacer algo. Ricardo siempre te he respetado a ahora si no mames yo ni sabia que tus pinches hermanitos irían a Colombia, me dice que he estado muy raro que no fui al hospital a resguardar la seguridad de Esteban y que ni siquiera acudía a su sepelio. No fui al sepelio porque estuve con Bernardo, el candidato, al quien me ordenaste corromper una mentirilla. Estaba en realidad con Mauricio, el otro candidato. Y en cuanto al hospital, diseñé la puta dinámica de seguridad, lo cual le correspondía ser a tu hijo, Leonardo, que es el jefe de control de Sonado, le dije el plan a elia a los hombres y los envia al hospital a cuidar a Esteban. Sí, pero no estuviste. Tú Me reprocha asegura que cuando explotó la bomba en el estacionamiento, se desorganizaron y y eso estaban quedó unos instantes desprotegido. Esculpa de tu hijo, Ricardo. Yo estaba arreglando asuntos en mi zona, o más bien es tu culpa. Tú lo pusiste en ese puesto. Ricardo le da un golpe en la cara no me hables así, pendejo y bájale de huevos que yo soy. El capo me reprocha, me limpio la sangre de la boca, producto del putazo y haciendo pues no no sé qué le pasó a Iván y Camila ok le dejo en claro. Ricardo me ordena que llame a mis contactos colombianos para preguntar por Camila e Iván y que ponga el altavoz. Le marco a Nístides hola hermano me dice Ristides asegura que José Manuel y él estaban pensando en mí y a qué se debe eso. Un estimado Aristides, vengo aquí secuestrados a Ivancito y Camilita me revela no le vayas a hacer nada a mis hermanos Cabrón grita Ricardo, Aristides me pregunta quién es el que acaba de reclamarle es el capo Aristides. Así que Tranquilo le respondo mucho gusto. Mi señor le dice Ristides, le pregunto qué pasó, por qué lo secuestró. Me revela que después de que me fui de Colombia descubrió que iban y que a mí la contrataron unos criminales para matarme. Ricardo me mira tónito. Yo lo miro como diciendo te lo dije. Gracias por averiguarlo, Aristides, pero por favor, no les vayas a hacer nada. Aristides, cuestiona cómo puedo pedirle eso si me traicionaron. Es complicado. Aristides, ellos y yo somos familia se enojaron por algo que hice. Ricardo me mira perplejo, pero me hace señas para que siga convenciendo. Arístides, soy esposo de la hija del capo. Ella es sobrina de Iván y Camille descubrieron que anduven con otra mujer. Ricardo pela tremendos ojos. Arístides se carcajea pasar hermano, no perdón de tu faro, qué bueno que te haya escogido otra vieja. Ricardo se encabrona, pero se aguanta. Aristides sigue riendo y dice que ya salió la verdad, pues eso de que soy abstemio y no quiero coger contra boleras. Estaba raro. Asegura que lo que pasa es que la cabrona de mi mujer me tiene sometido. Me felicita por liberarme y vuelve a disculparse con Ricardo. Yo ya perdone a este cabrón. Le dice. Ricardo casi le cortó los huevos cuando me enteré de su infidelidad, pero eso quedó en el pasado, solo que mis hermanos no lo sabían. Y pues mi hija es la niña preferida de mi familia. Aristides dice que lo entiende. Libera los Saristides y gracias por preocuparte por mí. Eres la vaina. Le digo muy colombianamente. Aristide, se ríe aclarado todo. Aristides, le pido que atienda a Iván y Camila para negociar otro cargamento de cocaína con ustedes. Dice Ricardo dóname, señor le contesta. Dice que José Manuel y él no negociarán con ellos pues aunque no pasó a más, quisieron matar a su amigo del alma o sea, yo explica que en Colombia son muy respetuosos de la amistad, así que, por el bien de todos dejarán de hacer tratos con el Cartel Supremo. Ricardo Palidece Aristi, les tiene razón. Yo también estoy molesto con mis hermanos. Responde Ricardo, voy a quitarle y van el puesto de director de Importaciones y dárselo a Valente Aristides. Te parece si de ahora en adelante, José Manuel y tú negocian con él. Aristides lo piensan, pero al final acepta por tratarse de mí. Nos informa que Iván y Camila están siendo liberados. Ya se despide dice que me ve en Colombia y cuelga volteo a ver a, Ricardo, estabas mintiendo verdad. Oh Valente, les advertía a todos que ya no iba a soportar pantajadas ni errores y van y camila por popa arruina en la relación con los colombianos por sus estupideces. Así que Iván se va a la chingada y tú te quedas. Con supuesto bien, Gracias, Ricardo, tengo unas putas ganas de dar chingadazos y gritar de alegría. Disimula Valente. Disimula Valente. Ofréceles pagar la mercancía con transacciones de nuestras empresas a las suyas, porque estamos descapitalizados. Cabrón y como el dinero estará lavado, convéncelos de reducir el precio. Diez más tarde en la granja cerca de Barranquilla. Parce Me saluda a José Manuel, amigo del alma. Gritonea Cristides me abrazan y me preguntan qué tal mi viaje. Les digo que muy bien. Intento entrar en el tema del cargamento de cocaína. Dicen que tenemos varios días para ello y que primero necesitamos ir a festejar mi infidelidad. Ay no, me suben a una camioneta con ellos y me llevan a un table en Barranquilla al siguiente día por la tarde, Aristides, José Manuel y yo desayunamos, nos levantamos hasta que nos escupió la cama. Yo no sé ni cómo llegué la cabeza. Me va a explotar esto de tomar al col a su nivel bueno, a cualquier nivel no es lo mío. Llegan y van y Camila. José Manuel se molesta, se levanta y vocifera y ustedes qué hacen aquí. No son bienvenidos. Le comento que yo les dije ayer que vinieran para el cierre del trato. No valente. El trato lo haremos solo contigo Argullarístides, les pido que dejen a Camila estar en la reunión, pues ella es la directora administrativa y traigo un plan de pago con transacciones bancarias y la necesito está bien. Responden y van vete. Le ordeno así es le ordeno al hijo de Puta Doña. Hora mando yo y van me la mienta con la mirada y sale Camila intenta disimular su foto. Van a ser doce toneladas como la vez pasada. Les digo a Aristides y José Manuel me dicen que serían veinticuatro millones de dólares. Pregunto si están de acuerdo en que les peguemos con dinero lavado y si de este mudo el precio puede ser menor. Aristi y desí José Manuel dicen que tienen que salir a hablarlo, se levantan y salen de la reunión. Después de un rato regresan mil ochocientos. El kilo disarístides, Camila me da una señal mil ochocientos con todo y flete les regateo ellos aceptan ordenan bebidas, se arma la fiesta y para variar mandan traer en violín chafa y me ponen a tocarles baladas y música de mariachi. Ya qué me jodo. Pero logre un buen trato. Camila y el administrador de ellos se encierran en una habitación a diseñar estrategias para transacciones internacionales. Estas serán de empresas del carter en México a empresas chinas y de China a empresas de Aristides y José Manuel en GNS Colombia. Es la ruta que llevará el dinero legal. Impresionante. Por primera vez me entero de cuáles son algunas empresas que pertenecen al Cartel Supremo vinculadas con empresas chinas. Después de una semana de realizar las transferencias el dinero ya lo tienen los colombianos. Nos ponemos de acuerdo en la entrega. El mar mexicano está muy vigilado por la Armada, así que necesito que la carga llegue por aire. Le digo a José Manuel y Aristides si ponen la droga en aviones comerciales sin que pase por aduana. Yo me encargo de que en México tampoco pase por aduana. José Manuel y aristidescontestan que pueden hacerlo, ya que tienen contactos en Colombia. Muy bien entonces que la carga llega al Aeropuerto Internacional de Toluca, les pido, pero necesito que manden mulas cargadas con cápsulas de cocaína en el estómago a los aeropuertos de la ciudad de México, Cancún, Mérida y Veracruz. Sacrificaremos las mulas. Voy a informar a mis contactos militares que llegarán doce toneladas de coca y sus aeropuertos. El ejército se enfocará en ellos y descuidará el de Toluca Camila bebé de manera sospechosa. Dos días después, en la oficina principal del piso diez del edificio corporativo de la Multinacional de Alimentos. Es una oficina impresionante. Es la oficina de Ricardo, el Capo del Cártel Supremo. Es muy grande. Cuenta con un escritorio de cristal enorme traído de Europa, muebles de madera de estilo vanguardista, esculturas adornos lámparas europeas. Así también un pizarrón de cristal, pantalla de televisión gigante, sillones de piel, cantina con botellas muy finas. De todos los licores están Ricardo Valente, nuevo director de Importaciones, Camila, directora administrativa e Iván desempleado. Llegaron de Colombia directo a la oficina de Ricardo. No es posible que le hayas quitado el puesto a Iván y se lo hayas dado a Valente. Ricardo vocifera camila furiosa. Qué tenía esa puta de la que te enamoraste para que siempre hayas consentido a sus hijos. Ricardo se encabrona y le suelta un bofetón. Te prohíbo que vuelvas a insultar a Lucía. Ella no era ninguna puta, Camila, qué bueno que lo aclare mi madre, no era ninguna puta. Cayó en las redes de este imbécil. Les advertí que no iba a permitir un solo error. Les reproche Ricardo. Estaban arruinando la relación con los colombianos y eso no lo podía permitir menos. Estando en los números rojos en los que estamos por tantas pendejadas y van me mira con odio, se levantan agarrando una botella de whisky y se lo empina. Qué cabrón es un tuenti fivere olture pots de whisky. La botella solamente cuesta tres millones de pesos y el hijo de su puta madre ya la va a. Veo pregunta Ricardo qué puesto tendrá ahora serás parte del equipo de Valente. Le ordena mierda. Ahora lo voy a traer oliéndome el trasero. Momentos después, en la oficina de Camila, Camila e Iván maldicen porque Ricardo no se da cuenta de la ambición de Valente Adán, director de Control Nacional, hermano de Iván, y Camila les da la razón, pues Germán le platicó que Valente ambicionaba mucho. Iván dice que necesitan hacer algo antes de que logre tener más poder en el Cartel. Camila revela que Valente pidió que las doce tonelada de coca lleguen al Aeropuerto Internacional de Toluca. Le pide a Dán que le avise a su amigo militar hagan preguntas y está insinuando que el General Hilario decomise la droga. Afirma que sería un golpe económico muy fuerte para el cartel En estos momentos. Camila responde que ella verá cómo soluciona lo económico. Dice que deben deshacerse de Valente o se arrepentirán. Y, mientras tanto, en otra oficina Directiva del Pisodiez del Corporativo de la Multinacional de Alimentos, Valente se sienta en la silla y sube las piernas sobre el escritorio. Soy el maldito director de importaciones. Debo llamar a mis hermanos Regitler. Supo poner felices, pero arrus saca su celular y marca un número aridez. Días después, en el Aeropuerto Internacional de Toluca, un enorme operativo de militares, el ejército soldados de la Guardia Nacional y policías del Estado de México. Se despliega enérgicamente patrullas, camionetas y más camionetas de las tres instituciones acceden intempestivamente al aeropuerto. Agentes militares y soldados de la Guardia Nacional bajan de sus vehículos, se desplazan de manera estratégica al área de Angares y embarque un avión comercial proveniente de Bogotá, Colombia, aterriza en la pista del aeropuerto. Al mismo tiempo, en la celda de Ricardo, no debiste mandar la carga por vuelo comercial valente. Nos han jugado truecos militares en los aeropuertos. Aquilo, Ricardo, tomé las precauciones necesarias. Es Adán, me dice Ricardo al ver su teléfono, Adán, director de Control Nacional, se encuentra en el aeropuerto internacional de Toluca con un grupo de hombres. Ricardo contesta y pone las voz hola dan Espero que todo vaya bien y que Adán no lo deje. Terminar de hablar el maldito ejército, la Guardia Nacional y la policía entraron al aeropuerto. Alguien se yo el pitazo, Ricardo, alguien nos traicionó. Tenemos que huir o vamos a valer Madre grita y le ordena a sus hombres que se retiren. Piche Valente pendejo Eres un imbécil. Me grita. Ricardo te dije que no me tiras la carga por un pueblo comercial. Te voy a cortar la cabeza animal. Yo creí en ti Eres un verdadero estúpido cálmate. Ricardo me mira con odio cómo pude confiar en ti chingado por darte ese puesto a un millán. Mi hermano me grita, se lanza sobre mí e intenta Estrangularme le suelto un putazo que Te Calmes le gritó a se ver que ya cabe mi propia tumba mi celular suena contesto. Pongo el altavoz barata acárgate colar hamos a esconder estás anas salman al hogar cardenasta, me disrturo y cuelga qué voziferre. Ricardo, no soy pendejo la aclaro. Cambié el destino de la pinche carga. Hice que llegara por aire a unas pistas de terracería clandestinas sin chiapas. No le informé a tus hermanitos porque creí que me iban a traicionar otra vez y qué crees resultó cierto. Uno de los amigos de Emiliano le dijo hace veinte minutos que Adán había dado el pitazo del cargamento a un general llamado Hilario Hinojosa. Cómo Hilario Hinojosa es un general del ejército que trabaja para nosotros. Qué estás diciendo, me responde, Ricardo, Yo ni lo conozco, ni sé ni sabía de la existencia de ese general, para que después no me estén adjudicando milagro. Ricardo, el militar amigo de Emiliano, dijo que se armó un operativo enorme para ir por el cargamento al Aeropuerto Internacional de Toluca. Se disculpó pues no nos lo advirtió antes. Era un operativo ultrasecreto y lo supo cuando vio desplegarse a las unidades. S tus her ns nos querían chingar la carga a Ricardo. Esto ya es más que un berrinche contra mí. Tal vez toda la mierda que le ha sucedido el cartel han provocado ellos. Ricardo me mira estuperfecto, me dice creo que me están haciendo la vida imposible, porque ya no quiere que yo sea el tapo. Esto fue hermanos traidores, producido y narrado por Mariano Sobrio, diseño de audio Emilio Chino ortegan escúchanos. En el próximo episodio segunda temporada, la tercera Lady Newton do o te