La tierra. Yo tenía que estar en el lugar, cualquier lugar para ver lo que fuera, que tuviera que atestiguar y luego revelarlo. De eso se trataba mi vida de atestiguar con mis ojos y creer en mis sentidos y en mi juicio para darle a la gente la verdad. Yo era el filtro de la realidad entre lo que ocurría y lo que la gente sabía. Acá. No puedo ver nada. No sé qué es real. He llegado a pensar que no hay realidad que comprobar en medio de la oscuridad. Esto no es real de alguna manera. Lo es de qué manera. Sabías que existe una teoría física que dice que hay otras siete dimensiones enrolladas en sí mismas que no podemos percibir en nuestra realidad. Todo puede ser real de alguna manera. Eso no contesta nada. No digas pendejadas, no porque no lo veas no existe guitarra to ran lara. Qué pasó con tu papá y tus hermanos. Les digo que los mataron. Sí, pero sabes por qué los sextorcionaron. Ah pongo que se lo va a meter en su libro, o qué va a hacer con esto. Usted saca dinero de escribir de la tragedia. Ahí en la verdad que me va a dar. A cambio, diré doña Amelia, la respeto, porque tiene los huevos bien puestos, pero ya vi que todo es lana. Tengo varios, pero sí, escribo libros y si me pagan por lo que público, pero nada para hacerme rica veme tú crees que una persona que lucra con la tragedia ajena se vería así. No, no o no, pues uno de mis brothers era chivos de un malandro. Cuando se quiso salir, el muy pendejo le pidió ayuda a mi papá y él, muy pendejo de mi papá creyó que hablando se entendía la gente. Como dicen, llegaron a nuestra casa y se lo llevaron a todos. Luego encontraron el cuerpo de mi papá cerca de la mina. Nos supimos de mis hermanos, pero seguro les pasó lo mismo tú dónde estabas. Mi mamá me andaba de llaverito, pues ya ves yo era el más chico. Habíamos ido a cuidar a una tía enferma. Ahora me anda de llavero, porque soy el único que quedó vivo usted. Cuénteme cómo le desaparecieron al amigo periodista para cuando yo escriba mi libro y sí sí dice cuidado romelio, qué pasó uña, por qué me grita acá, Y eso nos podemos voltear. No viste al bache. Parecía socabón de que habla doña bien, pero cómo si yo lo chavio no hay nada. Está jodido el camino, pero no es para que me hagas dar el volantazo. No chingue yo yo había un bache, un hueco. No sí, no me equivoqué, no lo sé. Ay doña con los huevos, bien puestos, pero bien cansada. Verdad, Ahorita, llegamos a su hotel, se ve que es de las que no descansan. Ya anda viendo cosas. Descanse un rato, se nota que ocupa dormir y mañana va a estar más pesado, porque a lo mejor la tía le consigue. Ahora sí, sus entrevistas. Eh oye dueña y cómo se llamaba su amigo al que desaparecieron Gustavo mmmmmmmmmmmmmm o pasen, pasen, traen hambre. Yo ya desayuné tia, pero le acepto un paco. Cómo está ignancia. Gracias por recibirnos nuevamente. Vamos a comer algo antes de irnos a buscar a pata y a ver a quién más encontramos para que platique. Señora Melia, descansó bien, o ni durmió por estar trabajando. Sí, muchas gracias, pues ya ve que esto es así, pero sí, descansé que amable. Cómo está Ignasia. Si fuera posible, me gustaría mucho poder platicar con usted de la historia del pueblo y si se siente cómoda de su propia historia familiar, como usted me diga, aprecio mucho de verdad toda la ayuda que me está dando. Ahí. Vamos ahí vemos primero, Dios cóman me dijo qué te sirvo. Páseme unas dos brujitas. Cómo está tu Mamá, ayer ya no podía hablar con ella. Bien Tía le manda saludos y dice que ya deje este pinche pueblo. Aquí nació Ignacia, Aquí nací cómo no. Aquí me casé. Aquí tuve a mis hijos y aquí me voy a morir. Cuando el señor me llame a su manto Sagrados Jesús Bendito, hijos de la Chingada, qué pasa, qué pasa vénganse para acá Rápido vapor es esto métanse como crecia. No cabemos por qué te metas al pozo métase señora rápido padre nuestro, que estás en el cielo, centificados en su honores, venía de vosotros storia y no hagas en tu centuta de la midro, como el son famoso de nuestra psónica de Calais, donde estas metaspañosos los perdonemos de los que los ofrendo. Le declaramos á nombre del padre de este pozo de seguro. Sí que los sos honores presentan los ores entonces esas iss s padres, estás hijas, s s tiras, tía anda del baño hasta aquí y que la señora y yo no hubiéramos visto un hombre de orin Anda del dos. Ya me lo salimos. Parece que ya paró la balacera. Cómo está, señora Melia, quería algo que contar. Ya tiene algo que contar. No esperaba pasar horas encerrada en un pozo secreto e ignacia esconderse debajo de la tierra. Muy ingenioso. Es seguro, pues el pozo ya estaba desde que nos vinimos a vivir. Mi marido y yo lo más le dio otro uso, uno mejor y hasta ahora no me han matado. Usted irá arriba, pues, para que este hombre haga sus necesidades ya fue día perdido. Nos tenemos que ir romerrio. Ustedes no se van a ningún lado. No, no es oro, ya no hay balacera, pero los balandros siguen afuera. No permita el santísimo padre que se los encuentren, se quedan. No me diga eso. Tía que debe de llevar a mi mamá a misa nocturno y ya ve que no le gusta que le acompañe a mi mujer. Qué prefieres que Conchita se enoje con tu esposo que te maten. Vamos a tomarnos un té de azares para el susto en serio. Cree que sea muy peligroso irnos ahora. De verdad necesito regresar a sombrerete no traje ropa extra y mañana tengo que hacer el checauta antes del mediodía. Escúchenme los dos y escúchenme bien. Si se van Ahorita, seguro los matan eso quieren. No sé cómo le tenga que hacer. Señora A Melia, pero no se puede ir. Habla al hotel. Ahí está el teléfono y tampoco se va a poder ir mañana, porque estos malosos no se andan más paseando y viendo a quién saludan. Estos vinieron a resolver asuntos. Yo sé cómo es esto y le juro por Dios Santísimo que si salen, Ahorita, no lo cuentan. Mañana tómese su té de azar y si quiere, póngase a rezar conmigo y San se acabó carajo. Hay día en qué mala hora me viene a meter en esto, ya pues deja de quejarte que no eres hombre. Vamos a rezar un ave maría y un padre, nuestro primero Dios. Todo va a estar bien, espéreme tantito que no he ido al baño. Yo no resto ignacía. Gracias. Qué no cree en el santísimo Padre, no creen Dios, no creo que nos pueda salvar de nada, pero respeto sus creencias. Por favor, no se ofenda allá usted y su mala cabeza. Mmm. Mmm. Bueno, Gaby soy Amelia, puedes hablar, Amelia, cómo está, qué me qué pasó. Hubo una balacera en el pueblo al que vine a cubrir y ahora no puedo regresar a su sombrerete cómo crees, pero tú estás bien, Estás en un lugar seguro. Sigues en el pueblo diste que me dijiste oye qué hago, quieres que le dé aviso a los medios o que le hable algunas compañeras. No. No, no, No, Gracias, Gaby, no hace falta. Estamos cerca de sombrerete. Yo creo que mañana ya estoy de regreso en la civilización, pero quería avisarte para que estés atenta por si pasa cualquier cosa acá casi no tengo señal. Entonces te estoy hablando desde un teléfono salido de mil novecientos ochenta y tres. Guarda el número porfa, pero cómo estás. Te tocó cerca de la balacera. Se escuchó cerca así bueno, no sé. No sé, Gaby, no pasa nada. Ni siquiera he podido hacer una sola entrevista, pero el ambiente se siente raro mal, no sé cómo explicarlo, ni puedo concentrarme ando muy distraída. Ayer me caí en un charco o en un hoyo en algo no no sé. Había algo en la tierra que resultó ser falso. No había nada. Ok cómo pues, pues así me tropecé caí en un en un charco o yo en un bueno, no lo sé en un charco y cuando me paré en no había charco, lo imaginé. Ni siquiera tenía la ropa mojada. Me siento rara todo el tiempo como fuera de mí, como disociada con la cabeza. En otro lado, ay ya no sé, estoy muy asustada y ni siquiera es por la balacera Gaby, no sé qué me pasa. Y ayer de regreso a sombrerete casi hago chocar al fixel porque vi un hoyo en la carretera que tampoco estaba. Ay ya menos. No necesitas de cantar esto o nada puro estrés, ya baja leer que no paras me preocupa más la balatera y que tengas que quedarte en el pueblo. Ese perdido en la nada. Yo creo que no es seguro. Mejor si el aerto a las compañeras hay que estar listas, por lo menos para gritar te juro. Gaby que hasta el aire me pesa as fixi traigo el pecho oprimido, como si tuviera alguien sentado encima de mí si crees que es estrés, un brote psicótico o una de esas cosas. Ya se te trepó el muerto por andar de intrépida en pueblos fantasmas ay o igual. Ya se te adelantó la menopausia mana. Cómo eres bueno te marco, Mañana tengo que hablar al hotel para hacer check out a distancia y pedirles que me guarden la maleta con cuidado. A mí ninguna cobertura vale tu vida ni tu salud mental. Cuando puedas ya sale ahí regresas sana y salva y por favor, no te hagas la valiente. Bueno una entrevista para que valga la pena. No, y pues así ya me regreso. Bueno. Gracias, Gaby, Abrazo. Mañana te hablo a lo mejor. Eso soy os. Le tratan de decir algo, Señora Melia, perdón que no los veamos. No quiere decir que no estén verdad uf no. No, No, No, los carajos. Cómo salgo de aquí. S Entra un chinche ya madre s a de cabelas o gay me caí me caí y no puedo salir como no sé si me vieron uno se presentaron a la que sí tienen. Gracias a mí lo coño la ayudas a salir de aquí. La Tierra Mala es un podcast original de audio centro escrito por Benicia Andrade, dirigido por Javier Martret, con música original y diseño sonoro de Juan Bernardo Tantú y con la producción ejecutiva de Javier Martret y Luisa Cantú. Protagonistas caren Alicia y Gabriel Escamilla. Voces invitadas Berenice Andrade, Juan Pablo San Esteban, Luisa Cantú y Gabriela Martínez, c Audio Sancho