Simbiosis en el bajo astral. Cuando un ente infernal se mete en tu cama, no hay escapatoria. Producido y narrado por Mariano Soria, existen diferentes planos dimensionales caracterizados según el tipo de energía que se mueve en ellos. Es el bajo astral el que alberga criaturas malignas y la más negativa de todas. Con la participación de Iván Bronstein y Von Lei y Carlos Puliga, original de Valentín Torres, esta historia está inspirada en experiencias reales de ataques producidos por demonios y documentada con textos sumerios de hace más de cuatro cero años. Advertencia contiene violencia y lenguaje inapropiado. Se se recon n n la la discreción. Es probable que no estés lista para escucharla de Andrés Capítulo uno. El mal ya está allí una bruma espesa cae sobre las faldas del volcán y esta cihuetla difuminando los rayos de la luna nocturna. La bruma se cuela en las ruinas de una hacienda abandonada, de techos colapsados. Sumergida entre la densa vegetación del bosque, una mujer ya se desnuda sobre los escombros de lo que fue un aposento, está amordazada, atada a un bloque de cascajo y muerta. El rostro exánime de la mujer a un fresco revela una expresión de excesivo terror. Su vientre se encuentra destasado con las entrañas, se fuera y chorreando sangre. La frente y los senos los tiene marcados con símbolos raros que le fueron estigmatizados con hierros. El rojo vivo mientras aún respiraban. Hay fuego encendido a punto de consumirse un cuchillo ensangrentado y tres hierros quemadores para marcar ganado están sobre los escombros. Así también dos retos de cinco meses niño y niña se mueven desesperadamente. Se están asfixiando. El fuego casi extinto permite vislumbrar en la oscuridad a un hombre de espaldas sentado en cuclillas atormentados susurrando una plegaria, toma un trozo de tela, lo extienden los escombros. Sus movimientos son desequilibrados y tiembla alterado. Levantan los fetos del suelo, los acomoda en la tela y de repente y los ojos de los bebés se abren. Son ojos rojos, brillantes como la nombre. Los fetos muestran los dientes perfectamente desarrollados, amenas. Antes de pronto la cabeza y el torso se les abren dos dejando ver órganos viscosos y un cráneo que en su mayoría es una mandíbula esquelética y robusta, con tinta dones vigorosos y diez desafilados. Ambos bebés rujer y se le avientan al hombre. Tres semanas después en una cárcel de máxima seguridad en el Estado de México. Buenos días oficial Soye la gente ulises noriega. Vengo por el preso de la celda a seiscientos doce. Abre la reja. Por favor, levántate que te levantes con una chingada. No me haga baño. Deja de lloriquear párate, ponte a las sandalias. Date la vuelta, viste el piso, las vanos atrás para que te posee. Vámonos islantes están sobre la cama. Ven cómo puedes llamar lentes esta porquería. Aquí te doy la tela de si va para unir a dos mitades menos. Puede poner que bien jodes. Tengo las manos esposadas. Ya contento. Vámonos camina rápido cabrón. Muévete interna la herida después de lo que tú hiciste te quejas de mis jalones y chingo bary apúrate dónde se dirije a evaluación psiquiátrica forense oficial. No quiero más golpes. Qué me van a hacer. Ya dije todo a dónde me lleva no este imbecil. Vamos a evaluación psiquiátrica para que de una vez por todas descubren que te estás haciendo pendejo. No he mentido. He dicho la verdad. Apúrate a mi brazo, cállate, tengo el brazo dislocado. No se compara con lo que tú les hiciste a esas mujeres. Yo no te creo nada de lo que has dicho. Te estás haciendo el enfermo mental para que no te procese. Cómo deseo que ya sea tu juicio para que seas condenado a cadena perpetua dondura. Ya estamos aquí. Son las diez y media llegan treinta minutos tarde, pues este pendejo entra en tres ulites. Cómo te atreves a empujarlo. Estás posado. Se descalabró la frente y ayúdame a levantarlo y piernan siéntese. Por favor, Ulises vea a la enfermería. Trae alcohol y algodón. No le pasó nada que vayas gracias. Disculpe a la gente trabajar con criminales de alta peligrosidad. Entera a las personas. Viene muy herido. En el informe decía que le dieron un balazo en la pierna, pero no me dijeron nada sobre los golpes que trae. Está dislocado. Su hombre puede ver con ese ojo así de hinchado y con el cristal de sus lentes estrellado. Quién lo golpeó. Fue su compañero de semo. Estoy solo. No hay otro preso en mi son lo golpearon mis compañeros policías. No me va a responder levante la cara, No tiene por qué hacerse la víctima. Sí lo golpearon cruelmente, pero tenga dignidad. Las verdaderas víctimas fueron otras. En un momento lo enviaré a enfermería. Qué hago aquí. Me presento. Soy la doctora Isabel Rivera, psiquiatra Forense voy a comenzar un segundo proceso de evaluación psiquiátrica sobre usted. Su defensa lo requirió a la fiscalida debido a ciertos indicios de su primera evaluación. Leí su declaración y su expediente clínico. También me mostraron el vídeo de su audiencia inicial. Difícil de creer todo lo que dijo en ella. De hecho, imposible. Me puede dar dos manzanas perdón de esas del frutero. No le basta con una. Está bien aquí se las pongo para que se las lleve. No. No, no, puede comer en esta oficina. No le podemos quitar las esposas. Voy a corroborar sus datos. Dígame su nombre, edad y profesión. No las puede poner juntas. Cómo las dos manzanas juntas. Por favor, una junto a la otra es en serio. Así, gracias, nombre, edad y profesión. Me llamó José Damián Medrano. Tengo cuarenta y ocho años. Soy licenciado en matemáticas con maestría en ciencias matemáticas. Doy clases en universidades particulares. Por qué debe evaluarme de nuevo una psiquiatra. Todo lo que he declarado es cierto. No soy un enfermo mental. No es un enfermo mental. O quiere asegurarse de que la gente crea que usted está convencido de que no lo es. Mientras actúa como si lo fuera, qué está diciendo para qué me serviría eso para intentar engañarme. Por ejemplo, los asesinos cereales son muy inteligentes. Quién no me dice a mí que usted sabe que una persona enferma mental difícilmente se da cuenta de que lo está. Quién no me dice que usted está actuando el papel de alguien que no se da cuenta de que está enfermo mental, sólo para convencerme de que sí lo está. Yo para qué querría hacer eso Se le hace coherente que para que el juez no le ponga una condena en prisión, sino un tratamiento psiquiátrico, internado en un hospital o en libertad. Aquí está el halcón y el algodón. Gracias, señor José Damian. Voy a desinfectar la descalabrada de su frente. Le va a arder por qué se nota consternado, no aguanta el dolor o le afecto que le haya dicho que tal vez usted quisiera convencer al juez para no ser imputado. No me va a responder de nuevo. Habla pendejo. Hicieron una pregunta. No, no me entiende en el grabazor yo no soy mentiroso tú. Lo que quieres es salir, pero eres un maldito asesino y te agarramos sin fraganti. Doctor Isabel, yo estuve cuando lo capturamos. Estaba herido de la pierna, tirado al lado de la mujer que marcó comoresco en hierros al rojo vivo y luego destasó del vientre y estranguló el cuche y yo estaba ahí su mochila con tres hierros quemadores para marcar ganado. También había huellas de actilares suyas en todos lados sin muestras de su ADN. Cabello saliva sangre, el mismo ADN que estaba en los lugares donde encontramos a las otras dos mujeres asesinadas anteriormente de igual manera, los investigadores periciales y forenses dijeron que la mujer, antes de ser aniquilada, le dio un balazo en la pierna. Por eso estaba herido. Pero el balazo no evitó que este pendejo la estrangulara le abriera el vientre con el cuchillo y le sacara a los dos bebés de cinco meses que esperaba en dónde pusiste los fetos animal los cortaste en pedo. Si los tiraste al caño, Doctora, buscamos en todo el lugar y no hallamos a los bebés. Ya se había deshecho de ellos. No crea nada de lo que le diga. Va a intentar lavarle el cerebro. Es un criminal bastante astuto que se quiere hacer pasar por demente, pero es culpable. Verdad, hijo de Tuppa, madre Ulises, solo golpees salta de aquí. Debo quedarme doctora. La puede lastimar. No me va a hacer nada. Está herido y esposado quién lo golpeó? Tanto, Ulises trae dislocado el hombro. Ustedes lo golpearon para interrogarlo. Otro que se queda callado, José Damián, por qué no me quiere decir quién lo golpeó. Será que se siente tal vez más tranquilo con su conciencia al haber recibido los golpes que le dieron. Los mecanismos con los que actuamos nos delatan. José Damián, Ulises sal por favor, esperan el pasillo. Si se pone agresivo. Yo te llamo como diga, voy usted en el pasillo cabrón. Ay de ti si intentas algo, José Damián. No entiendo las razones por las que usted pudo cometer asesinatos tan inhumanos, pero le prometo que lo voy a descubrir y voy a poner las cosas claras. Quiero que sepa que no confío en usted ni creo nada de lo que dijo en la audiencia inicial al ser un científico matemático. Es obvio que tiene un coeficiente intelectual alto, lo cual me indica que podría estar tramando algo. Le hablo de manera directa porque sé que usted detesta, que lo trate como un tonto. Efectivamente, detesto la estupidez. Al menos ya tenemos algo en común. Le aviso que voy a grabar las sesiones. Dígame qué lo impulsó a cometer los asesinatos de las tres mujeres embarazadas. Es difícil de explicar. Más bien es difícil de entender. Póngame a prueba. Creí que había dejado claro que usted no es el único inteligente. Sucede de noche. Es como si él me dominaba, me domina y luego me obliga a ver quién lo domina y lo obliga a ver. Es horrible. No puedo. Es espantoso. Por favor, intente tranquilizarse. Necesita decirme quién lo domina, no el simple hecho de recordarlo. Me aterra. Lo describí en mi declaración. Por qué quiere hacerme pasar de nuevo por este tormento. Me llama la atención que utilice la palabra tormento. No es lo que le gusta a usted. Hace rato. Le pregunté si se siente tal vez más tranquilo con su conciencia. Al haber recibido los golpes y no dijo nada como si hubiera aceptado la veracidad de mi comentario, me quedé callador, porque si delato a los que me golpearon, ellos van a buscar la manera para que yo no salga de aquí. Ellos hay varios de los cuales cuidarse. No se quede callado. Es necesario que siga hablando. Si lo que quiere es que yo lo comprenda para ayudarlo a salir de aquí. Tiene que hablar o es que no quiere salir. Me urge salir bien en este relato en el que usted se siente aterrado de contarme. Hay varios sellos de los cuales tener miedo, o solo uno. Cuando dije ellos me referí a vos policías que me golpearon. Lo sé ve cómo al final terminó diciéndomelo, pero utilicé le ellos en lo del relato que teme contarme por el énfasis que usted puso en la palabra. El subconsciente usa medios para comunicar algo que conscientemente no quiere. Tal vez es su forma de decir que teme a varios y no sólo a uno que lo domina y lo obliga a ver. Hay varios, pero uno es el más peligroso. Por ahora es el que lo domina y luego lo obliga a ver sí qué le obliga a ver a las mujeres que él escogen, las tres mujeres que usted asesino las escogió, quien lo obliga a ver sí cómo es el que lo obliga a ver? Es un ser infernal, un demonio es un Dios. Por qué un Dios tendría que ejecutar acciones malévolas. Es como Lucifer, que primero era un ángel y luego se volvió Demonio. Es un dios ancestral del inicio de la civilización humana. Destructivo. Habita en el inframundo, el lugar donde van las almas. Después de morir, él y otros siete cuidan las siete puertas del inframundo para que ningún alma que entra regrese al reino de los vivos. Déjeme entender en la cosmovisión que me está platicando hay dioses buenos y dioses malos. Hay dioses creadores y dioses destructores. Mantienen relación simbiótica para el correcto equilibrio del mundo, un mundo que no es nuestro, sino de ellos. De qué cultura me está hablando, de la cultura Sumeria, una de las que habitaron la antigua Mesopotamia desde el año cuatro mil antes de Cristo. Sorprendente. Usted ha estudiado mucho. Mi hermano es quien me lo platicó. Tiene un hermano, tenía el arqueólogo, pero falleció. Fue secuestrado por un grupo criminal y no pudimos reunir el dinero para él escape Lo puede usted investigar. Era mi gemelo. La policía jamás encontró su cuerpo. Dijo que ha de estar enterrado en alguna fosa. Cuánto lo siento y de qué me sirve eso en dónde estaba la ley, cuando mi familia y yo la necesitamos. Entiendo que está enojado quién no va a estar enojado con todo lo que ocasiona el crimen, por ejemplo, con usted. Me sorprende ver que alguien tan inteligente, preparado con una comprometida actividad filantrópica, como es conocido en su gremio académico, se haya convertido en un asesino. Regresemos a donde estábamos ese dios destructivo. Ser infernal que lo obliga a ver a las mujeres que él escoge, lo obligó a asesinarlas. No, él está furioso código por aniquilar a algunas de las mujeres que hay escogido. Algunas sí y eligió más y seguirá eligiendo a otras. Nárreme por favor, algún momento que le haya obligado a ver este, llamémosle demonio. Está bien cómo lo obligó a ver a alguna de las otras mujeres que ella eligió. Siempre es igual sucedió de noche. Estoy durmiendo en mi cama. Intento despertar, pero por más que trato de moverme, por más que trato de gritarme. El juego está petrificado y mi carcap está completamente cerrado. Lo que está describiendo es una parasomnia asociada al sueño, reconocida como parálisis del sueño. Doctora, sé lo que es una parálisis de sueño. Eso que me sucede es diferente. No puedo despertar una especie de remolino líquido. Me succiona de la cama y me lleva y de repente estoy ahí en la Recámara de la Mujer. Se llama Natalia Duerme la conozco. Es una ejecutiva bancaria. Lleva mis inversiones en el banco. Estoy suspendido. Cerca de ella. La observo dormir porque no tengo opción. Unas manos monstruosas sostienen con fuerza mi cabeza en dirección de Notalia y por más que quiero voltear a otro lado. No puedo y por más que trato de cerrar los ojos. Tampoco pueda fresco como insectos sumamente horribles caminan por mi rostro se paran cerca de mis ojos entierran sus filosas patas en mis párpados y los jalan para mantenerlos alientos. Estoy obligado a mirar. Veo como allá dor miras empieza a tocar el cuerpo y como se empieza a excitar. Por favor que no lo haga. Está cediendo las tentaciones que él le ha inyectado. Es lo que quiere. Un frío, sepulcra y olor sentido saturan. El ambiente llegó por él. Llegó dijo se arrastra debajo de la cama de Natalia. Es de forma humanoides infiel. Su cuerpo es un esqueleto fuerte de gol lo oscuros. Repta con sus cuatro brazos y sus dos piernas. Arrastra una extremidad larga como serpiente, no como si fuera una inmensa boa. Es una recognante cola, sus manos y pies tienen cuatro dedos y ganas y se incorpora hasta quedar acuarado. No puede ser es enorme, enorme. Su cráneo no tiene ojos ni o induccionales. Sus mandíbulas son robustas. Tiene dos hileras de dientes filfras, una lengua verde ser pelear de viscosa la cabeza. Le cuelgan los brises que le llegan a s a la cinturancia, a ratonsa arranca las cobijas y las sábanas de la cama. Se acuesta detrás de Natalia. Ella dormida sola, no soporto olor. Él está cerca de mí, la presiona con los cuatro brazos. El cuerpo de Natalia la inmoviliza, le tapa la boca la extremidad posterior del maldito. Esa inmunda cola se desliza sobre las piernas. De ella se las envuelve la constriñe. No Talia despierta, se percata de lo que sucede. Intenta sacarse e intenta gritar, pero él no tiene sujeta con fuerza. Natalia me grita auxilio con los ojos, ojos que son la máxima expresión del terror. Pero yo no puedo hacer absolutamente nada, porque soy completamente petrificado y que puño ess liz a la lengua por el rostro y el cuerpo de Natalia y abusa sexualmente de ella. De noche en la oficina de monitoreo de la Prisión, Doctor Isabel observe en la pantalla tenemos a José Damián en cuatro ángulos distintos. Pedí que pusieron dos cámaras más en su celda. Gracias, Ulises. Veo que está vendado del brazo. Qué bueno que lo llevaste a la enfermería. Para qué quiero observarlo mientras suermen dijo que de noche tiene experiencias aterradoras. Le va a creer este imbécil. Por favor, no se dejen volver. Es un hijo de la chingada. No me estoy dejando en volver. Quiero documentar en vídeo lo que sucede para demostrar que padece parálisis del sueño. Muy bien, pues ya se está grabando qué carajo se está haciendo. Hipócrita. Suele sentarse así en cuclillas y reza algunas oraciones y es creyente por lo visto. Sí hay micrófonos instalados en la celda. Claro lo quiere escuchar. Sí, oficial suba, por favor, el volumen de la celda seiscientos doce. No muy qué está rezando en una lengua rara pinchepilla, pero eso no lo descalifica para ser juzgado. No es excéntrico enfermo mental. Dicen los oficiales que de noche se la pasa caminando en su celda, haciendo lagartijas o hablando solo todo con tal de no dormir y en el día tomas si estás, le disolve una pastilla en el té de la cena. Un somnífero porque usted necesita observarlo mientras duerme qué por qué hiciste eso, pues es que si no íbamos a estar toda la noche aquí y a lo tonto me lo hubieras consultado, la pastilla puede modificar su patrón del so sueño y tal vez no averigüemos si sufre para somnia. Discúlpeme no, no pensé que fuera a afectar el procedimiento guarda. Ya se está quedando dormido. Le diste un narcótico fuerte mejor ni te pregunto de dónde lo sacaste. Hay que estar atentos a la fase rem cómo en cuánto tiempo entra en ella. Es en serio tú debes de saberlo. En fin, aproximadamente noventa minutos a partir de ahora, extraño, está muy intranquilo. Pareciera que está soñando pesadillas. Es imposible. Se acaba de quedar dormido. Por qué se mete interferencia en la Cámara oficial. Ponga zoom para verlo de cerca cosa también transpira y Jimén su rostro tiene una expresión de terror. Tiembla compulsivamente. Los temblores aumentan. No puede ser esta mo fucionando. Debo entrar a su celda para evitar que se haga daño. No doctora, hay que esperar. Tal vez está fingiendo. Estas convulsiones no se pueden fingir y se despega a varios centrámetros al colchón. Es como si alguien lo estuviera empujando por abajo. Su espalda se está latillando. Las convulsiones lo azotan en el colchón. Salvajemente nunca había tanta energía cinética en unas convulsiones. Debemos entrar. No vea algo, empuja violentamente desde abajo a José Damián y lo deja parado en la cama. Intenta moverse, pero está rígido. Todo su cuerpo tiembla estrepitosamente. Tiene los ojos abiertos y la boca abierta como si estuviera gritando, pero no le salen un solo sonido de la garganta. Qué mierda tiene una erección. Está sangrando de los ojos y los oídos y de la boca y la nariz también de el uniforme color bels. José Damián escurre sangre a la altura de la entrepierna. Dios mío José, da mierda está aterrorizado. Intenta despertar, intenta moverse, intenta gritar, Tiembla con fuerza de repente. El ventaje revienta. Los brazos se le extienden. Qué sucede. Su cabeza gira hacia arriba, se revueltean los ojos y lo manigan se desploma en la cama. Esto fue simbiosis en el bajo astral capítulo uno. El mal ya está aquí producido y narrado por Mariano Osorio, diseño de audio Emilio chine Ortega. Escúchanos en el próximo episodio te Atreves