Hola y bienvenidos agast Este episodio se titula El lunático de Lamberthele. En la tranquila ciudad de Lamberville, situada a orillas del río del War, una espeluznante leyenda hapedurado durante generaciones. Era una historia que producía escalofríos a niños y adultos por igual, una inquietante historia conocida como el lunático sin cabeza de Lambertfile. La leyenda hablaba de un motociclista solitario que vagaba por las calles de la ciudad bajo la pálida luz de la luna. El implacable zumbido del motor de su motocicleta resonaba en la oscuridad, acompañándole como una siniestra serenata. Decían que le faltaba la cabeza sus por una inquietante linterna con una sonrisa malévola. Los niños de la localidad no se atrevían a pronunciar su nombre, pero todos conocían su historia. La historia del lunático sin cabeza se remontaba a un trágico e inquietante succeezo ha crecido mucho tiempo atrás. Fue a mediados del siglo x cuando Lamberville era un pueblo tranquilo a lleno al caos del mundo exterior. En el corazón de la comunidad había un hombre solitario llamado Barnabas Magnill, que vivía en una mansión decadente a las afueras de la ciudad. Barnabas era una figura peculiar, conocido por su excentricidad y su estilo de vida ermitano. Le fascinaban las motocicletas y había coleccionado una impresionante colección de motos antiguas, entre ellas la imponente, Vincent black shattew Se pasaba el día jugueteando con sus máquinas y rara vez se relacionaba con la gente del pueblo. Con el paso de los años, Lamberville empezó a cambiar. El tranquilo pueblo se convirtió en víctima de la expansión urbana y la modernización. A medida que las autopistas y las urbanizaciones invadían su serenidad. La comunidad antano próspera empezó a margitarse, sustituida por una afluencia de forasteros a los que poco importaban la historia y la tradición de la ciudad. Barnabas Magnill, cada vez más alienado y resentido, se retiró a su soledad. Le molestaba especialmente el creciente ruido y las molestias causadas por los vehículos de motor. Muy lejos de los tiempos más sencillos, en los que el pueblo se llenaba del suave traqueteo de los cascos de los caballos, una fatídica noche, el hombre conocido como el lunático, sin cabeza decidió que ya había aguantado bastante. Cuando el rugido de las motocicletas y los automóviles rompió la tranquilidad de la noche. Su mente secuebro en un acto de locura monto en su querida vin n nrchado y emprendió un viaje de pesadilla por la ciudad. Levaba la cabeza oculta bajo una grotesca calabaza y su identidad estaba oculta por la malévola sonrisa que asomaba en su rostro. Se decía que la calabaza era la encarnación de su furia, un rostro espeluznante que sembraba el terror entre quienes se cruzaban en su camino. Los habitantes del pueblo testigos de esta aparición de pesadilla, eran consumidos por el miedo. El lunatico sin cabeza cabalgaba por las cales, buscando vengarse de los que consideraba responsables de la transformación de Lambertville. El motor de su motocicleta Rugia con un fervor de otro mundo, mientras perseguía a los intrusos que habían perturbado su pacífica ciudad. La noche a cabo en tragedia, cuando el lunatico sin cabeza, cegado por su ira, perdió el control de su motocicleta, elvin se emplacchado, se salió de la carretera y se estreló contra un árbol. El impacto le separó la cabeza de los hombros y la terro al interna rodo hacia la oscuridad, Los habitantes del pueblo, que ya no temían a la aparición, corrieron al lugar y descubrieron el cuerpo sin vida de Barnabas Magnill. El hombre antano pacífico había sido consumido por su propia locura y su espeluznante cabalgata había tenido un final espantoso. Fue en ese momento cuando comenzó la maldición del lunático sin cabeza. El espíritu vengativo de Barnabas, magnil, incapaz de encontrar descanso, sigui o rondando Lambertfield. Su aparición a lomos de la misma sombra negra de Vincent aparecía en las noches de luna con su cabeza de linterna, proyectando un siniestro resplandor mientras vagaba por las calles buscando atormentar a los responsables de la muerte de la ciudad. Con él pasó de las décadas. La leyenda de Lunatico sin cabeza se arraigó en la isla de Lambertville. Susurros aterradores y cuentos escalofriantes se transmitieron de generación en generación. Aunque la ciudad se había modernizado, sus habitantes nunca olvidaron al fantasma, al espectro que aún vagaba por sus cales. Una noche de luna, víspera de Hallowín, un grupo de buscadores de emociones decidió enfrentarse a la leyenda más oscura de la ciudad. Armados con camaras y linternas, se aventuraron en el corazón de Lamberville con la esperanza de capturar pruebas de lo sobrenatural. A medida que la noche se hacía más profunda, el luminoso zumbido de la sombra negra de Vincent resonaba por las calles. El espectro del lunático sin cabeza emergió de las sombras con su cabeza de linterna, que proyectaba un brillo espeluznante. Los buscadores de emociones lo observaban con asombro y terror con su malévola sonrisa fija en la carretera iluminada por la luna. Sin embargo, esta noche ja via algo diferente. Cuando la aparición del lunatico sin cabeza paso huyendo, los buscadores de emociones sintieron tristeza en su presencia. Su inquietante cabalgata se había transformado en una implacable busqueda de redención. La aparición estaba atrapada en un ciclo interminable de rabia y desesperación y ansiaba liberarse. En ese momento, un alma valiente dio un paso al frente, un descendiente de los habitantes originales del pueblo con un corazón compasivo, se dirigió al lunático sin cabeza, reconociendo el dolor y el sufrimiento que había padecido. Imploro al espíritu que encontrara la paz, que dejara ir la ira que le ataba. Cuando las palabras de compasión lenaron el aire nocturno, la sonrisa malévola de la aparición se suavizó, El inquietante resplandor de la linterna se atenue y una sensación de calma envolvió a la figura espectral en presencia de la comprensión y el perdón. La maldición que había atado al lunático sin cabeza comenzó a disiparse. El espíritu de Barnabas Magniell, finalmente liberado de los grietes de su propia ira, se desvaneció lentamente en la noche, dejando tras de sí una sensación de paz y resolución. Lamberville, una vez plagada por el espectro vengativo, era ahora una ciudad tranquila. Su oscura historia reconciliada con la compasión y la comprensión de sus residentes. La historia del lunático sin cabeza formaría parte para siempre del legado de lambert Ville, un escalofriante recordatorio de que incluso los espíritus más malévolos pueden encontrar redención cuando se reconoce su dolor. Gostes una producción de caloroga Shark Media escrita y presentada por Alexander y en Macintire producido por mac Francis, productores de ejecutivas Mark Francis y John Mathermouth. Hemos hecho todo lo posible para traducir este espectáculo de su historia original en inglés. Pedimos disculpas por cualquier éroe