Simbiosis en el bajo astral. Cuando un hebro infernal se mete en tu cama, no hay escapatoria. Producido y narrado por Mariano Osorio, existen diferentes planos dimensionales caracterizados según el tipo de energía que se mueve en ellos. Es el bajo astral el que alberga criaturas malignas y la más negativa de todas. Con la participación de Iván Bronsteng Y Bone Loco y Carlos Pulido, original de Valentín Torres. Esta historia está inspirada en experiencias reales de ataques producidos por demonios y documentada con textos sumerios de hace más de cuatro cero años. Advertencia contiene violencia y lenguaje inapropiado. Ser renon n n la la discreción. Es probable que no estés liste para escucharla de andrédes capítulo seis colmillos asesinos. En este momento vas a confesar todo lo que le dijiste a la doctora, hijo de tu pinche madre, tú brazaste esas mujeres habla cabrón mis lentes, me rompiste en mis lentes y estaban rotos. Solo se despegaron. Responde Yo jamás dije que embaracé a las mujeres. No era necesario que lo dijera tal cual. José Damián creyó que no me iba a dar cuenta del trasfondo de todo lo que me ha contado. Le dije la verdad. No claro, que no tiene tan poco valor para aceptar lo que ha hecho, que inventó ese cuento demoníaco y en él esconde a sus crímenes. Carga tanta culpa en su subconsciente que quiere liberarse de ella y sin darse cuenta me lo fue diciendo todo. Es un maldito violador que después se deshizo de sus víctimas para que no lo delataran. No soy un violador. Admito que intente ocultarlo de haber tenido relaciones con las mujeres. Es vergonzoso aceptar que ni ellas ni yo hubiéramos sentido deseo de hacerlo en circunstancias normales. Ahí lo tienes. Estás diciendo que abusaste de ellas porque de otra manera no hubieran querido acostarse contigo. Las violaste. Nada ya deja de pegarme sabes lo que le hacen a los tipos como tú en este lugar no las violé. El demonio. Cuando abusa de ellas les llena de inmundicia erótica, la mente y sartura. Su cuerpo de energía sexual. Lo hace para que se sientan atraídas como hembras desbocadas hacia mí y se me insinuel me ha saber cuando las corrompen en la cama y me entierra gijones con órganos viscosos y alargados que salen de sus centros y de su porcariía sexual por medio de esos órganos. Algo suyo es inyectado en mi sangre. Algo de él entrare en mi semen son como catéteres. Me crea una fijación carnal y deseo por esas mujeres con tal de que yo no pueda resistirme cuando los vio en la vida real. Qué es fácil es hacer responsable al demonio de sus perversiones. No cree usted mismo está haciendo testiga de lo que acabo de decir Doctora. Yo no soy testiga de nada. Cree que no me he dado cuenta de cómo le llama la atención a la enfermera viviana. Sí, para que deje de tocarme, acariciarme, Dios mío no puede ser. Es usted un depravado. Intenta también abusar de la enfermera viviana. Pinche cerdo, no me golpeas lo estás haciendo enojar él está aquí. Sus argumentos son un fraude. Por qué ahora no dijo nada de las manzanas para que lo protejan. Siempre que él aparece, usted busca las absurdas manzanas. No él no me va a hacer nada. Ahora ya se lo dije. Diga lo que quieran. Pero en cuanto a la enfermera Viviana, le advierto que si tan solo la Tobiana, ella es la que ría había aumentado sus provocaciones hacia me. Cada vez me cuesta más trabajo resistirlo a ella. El demonio me inyectó su inmundicia sexual cuando me hizo ver cómo abusaba de Viviana mientras sorbía quién te enseñó el vídeo de YouTube. Lo mismo le dije la vez pasada. No he visto en algún video de que es muy inteligente, pues yo soy más inteligente que tú cállate Inapto los focos te rompieron. Si fueras inteligente, hubieras terminado la carrera de medicina como nosotros, hijos a tu padre y Ulises, el modes mira estupefacto José Damián, quien lo ve con los ojos completamente volteados. Por eso tu padre te detesta a pie y los ama a ellos. No le hagas caso y dices no sabe lo que dice. Claro que lo sé. Ulises es un pobre idiota que nunca ha tenido la aprobación de su padre porque no pudo ser doctor como él. Los ojos Ulises se llenan de lágrimas. No digas eso por qué puta madre. No para tu papá no es nada, nada. Solo ama los hijos que tuvo golsos. Segunda perra vállate. Ulises le avienta una mesa hospitalaria. Ruega que no encuentre un solo objeto de los que sacaste a las mujeres, porque le haré la prueba de abil y vas a valer madre para siempre. Ulises se le apresurado y con los ojos cristalizados, sí, usted es perverso. Se ha ido claro que se ha ido, pues qué esperaba el demonio. Deje de mencionar a su maldito demonio cómo se enteró de lo de Ulises, quién le dio acceso a Internet. En este reclusorio, a los de mi pabellón no nos dan permiso de nada. No mienta. Hace años hubo un asunto mediático donde a Ulises lo detuvieron unos agentes de tránsito porque chocó en estado de Ebriedad. Esa vez borracho dijo que esperaba que su padre estuviera orgulloso de él y que sus medios hermanos se podían ir a la fregada. Pensé que usted era muy inteligente, pero me quedé corta. Es más peligroso de lo que creí. Le juro que voy a hacer lo imposible para desenmascararlo. Y en una granja porcina ubicada en las faltas del volcán y esta cihuatlán cerdos asesinados y estresados corren en círculo. En los corrales de la granja. Sus gruñidos saturan la atmósfera. Los trabajadores se encuentran en la oficina gerencial. Se precatan del escándalo. Van a investigar qué pasa. Se impresionan al ver a los cerdos corriendo de manera descontrolada en los corrales, abren las puertas para que salgan a un área mayor. Los cerdos salen desbocadamente. Los corrales se vacían. Los trabajadores impactan al ver en el suelo a varios cerdos muertos destazados del abdomen aún sangrando y con las entrañas de fuera en el área grande, los cerdos siguen estresados y no paran de correr. Un trabajador observa que algo se mueve entre la manada. Cree que es algún animal depredador le avisa a sus compañeros. Se meten en medio de las bestias porcidas y buscan a la niña mal salvaje de pronto uno lo ve les grita a los demás y señala dónde está. Los trabajadores se mueven entre los cerdos, hacen un círculo y van cerrando el perímetro. Se impactan una niña y un niño como de dos años desnuditos enlodados y manchados de sangre. Caminan apresuradamente y se esconden entre los cerdos. Los trabajadores no entienden cómo puede haber dos bebés ahí Se preocupan, pues están muy sucios debido a los cerdos y corren peligro de ser aplastados. Se acercan con la intención de salvarlos. Los niños les cruñen salvajemente. Los trabajadores se desconciertan. Uno de ellos pescar a la niña o ella le lanza un olordida y le trozan dos dedos de la mano. Todos se quedan azorados. El trabajador que perdió los dedos solta a la niña quién corre hasta dónde está su hermanito. Ambos bebés miran a los empleados y caruñen. Un trabajador dice que esas criaturas no son niños. Saca un revólver siempre lo carga debido a que hay coyotes en el área y apunta a los bebés. De repente, los ojos de los niños se tornan rojos, brillantes como la lumbre. Los empleados se asustan dre El revólver dispara no atina a ninguno. Los trabajadores se aterran al ver cómo a los bebés se les hace una hendidura a la mitad en toda la cabeza y el torso y huyen para ponerse a salvo. Los bebés los miran. Las hendiduras desaparecen y escapan de noche en la cárcel. Cuatro guardias escoltan a José Damián uno lleva en la mano las dos mitades de los lentes. José Damián va con los brazos esposados en la espalda. También tiene grilletes en los pies unidos por una cadena de cuarenta y tres centímetros de largo. Va pálido y desmejorado. Da pasos cortos debido a lo reducido de las cadenas de los grilletes. Los guardias llevan ocultas pistas de descarga eléctrica están prohibidas, pero debido a los rumores escalofriantes que corren en la presión, los guardias las portan secretamente y nadie dice nada. Pero no sólo llevan las armas para protegerse, también escapularios, medallas y crucifijos. El vigilante de acceso al pabellón de los criminales más peligrosos abre la reja. Los cuatro guardias y José Damián entran al pabellón y caminan por el pasillo de las celdas. La iluminación es tenue. Las luces del pabellón han sido apagadas. Sólo hay dos encendidas para el traslado de José Damián. Se percibe miedo en el aire y también aroma copal velas e inciensos. Se escuchan susurros de los prisioneros que rezan a la Virgen María Adiós o a la Santa Muerte. En el interior de las celdas, veladoras iluminan imágenes religiosas. José Damián y los guardias llegan a la celda número seiscientos doce. El guardia del pabellón abre la puerta de la celda. José Damián entra los guardias le retiran las esposas y los grilletes ponen las dos mitades de los lentes en una mesa y se van momentos después en la celda. Seiscientos doce. José también sentado en cuclillas y viendo ensimismado hacia una pared habla solo no tiene caso y ahí sí nunca podréis salir de esa prisión. La doctora y el agendo Luises no la van a permitir. Si todo se entendiera lo que se aproxima el tiempo se acaba el preso de la celda seiscientos once, la que queda enfrente de las seis doce mira entre las penumbras a José Damián, a través de los barrotes de ambas celdas. Está acostado metido completamente hasta la nariz, dentro de la de la de las cobijas, temblando, transpirando de miedo y rezando en voz baja, intentando no llamar la atención de José Damián, quién sigue hablando solo. Cada día que pasa me estoy agotando más. Cada día me custo basta bajo mantenerme acuerdo. Cada día él me hace ver más mujeres para progregar. José Damián voltea hacia la puerta de su celda y tú el preso de la celda. Seiscientos once se aterra Después se precata de que José Damián no lo está viendo directamente a él, sino algo invisible. Los guardias en la oficina de monitoreo se precatan de que hay de nuevo interferencia en las cámaras. Qué me nos condenaste a mi hermano y a mí para realizar tus planes. Teníamos que ser nosotros cuando hay millones de personas en la tierra. Me torturas, me laceras y me las sangras mientras me insertas tus aguijones en el cuerpo y el aura extrac para inyectarme tu plasma pernicioso y así manipularte y tú me has más seminar para que se mezcle con el mío. Se terminó. Se terminó. Ya no lo voy a permitir más. José también se para decidido, se arranca la camisa, alza el colchón de la cama. Saca el arma punso cortante que se le cayó al reo que intentó asesinarlo, la que parece pica Hielos, la escondió ahí. Los guardias no se dan cuenta de lo que sucede debido a la interferencia de las cámaras, la cual intentan solucionar. O Damián levanta con fuerza el arma punso cortante no más y se le entierra en el abdomen. O sangre ocurre de la herida, el preso de la celda seiscientos once lo mira aterrado. José Damián levanta de nuevo el arma y vuelve a clavársela en el abdomen muy José Damián y otra vez y cuando la levanta de nuevo para volver a enterrarla, ah ah qué demonios su mano se despie el brazo se le extiende al lado. José Damián intenta desesperadamente clavarse el arma, pero una fuerza oscura e invisible se lo prohíbe. Déjame acabar conmigo, intenta controlar su mano, pero ésta se mueve en oposicidad matarme. La cabeza ele gira hacia el techo bruscamente y los ojos se le voltean. No un relámpago ilumina la celda. El preso de las seiscientos once ve a la criatura infernal superpuesta en el cuerpo de José Damián uh y se aterra aún más. La mano de jose Damián se abre, el arma sale expulsada por sí sola a través de los barrotes de la celda y se clava en un ojo del preso. Deja ser ciertos once, ya que me morir bájamer el reo de las censons se ranca el arma del ojo. El lobo ocular le explotó y le brota mucha sangre. José Damián se impacta al ver que las heridas que se hizo con el armal. Comienzan a cerrar el tejido de su piel y músculoso. Se reestructuran y la sangre desaparece. No puede pasar. El río de las seiscientos once lo miran y se impacta también. Luego vuelve a ver en otro flashazo al demonio superpuesto en el cuerpo de José Damián. Grita repetidamente que lo saquen de la senda porque ya no quiere verlo más. Los guardias escuchan los gritos salen de su oficina para averiguar qué sucede. José Damián enfurece agarra una sábana, se sube a la cama, la amarra en uno de los barrotes de la parte de arriba de la celda. Se ata la sábana al cuello. Ya no voy a hacer yo igual lito esclavo y salta de la cama o las piernas de Jsedamian comienzan a sacudirse y pegan en los barrotes. El cuerpo se le agita por la falta de aire y su piel se torna a su lada. De repente do la sábana se desata de tajo. José Damián es lanzado contra una de las paredes cae al suelo. Los guardias lleguen. El preso de las seiscientos once se transtorna al ver a la criatura infernal, viéndolo de frente grita que lo saquen que ya no quiere verlo, pero la cerradura de su puerta está adorada. Los guardias no la pueden abrir y no entienden por qué grita, pues ellos no ven nada. El reo de las seiscientos once levanta el arma, toma impulso y se la clava en el otro ojo, mientras tanto, en un mar en las inmediaciones de la ciudad de México. Gracias, Ulises, tenía razón necesitado entrado ves galando en tus jif y tu chamarra de pie él. Gracias y también gracias por querer acompañarme. Doctora el imbécil de José Damias. Me dejó muy encabrona que ha descubierto de él. Después del tiempo que lleva analizándolo, la tomografía no muestra nada que le haya ocasionado alguna patología o daño cerebral para que se comporte. Así, los análisis de sangre no evidencian infecciones ni algo que esté asociado con sus convulsiones. Los electroencefalogramas no indican alteraciones importantes. Si tuviera epilepsia, habría cambios en su patrón de ondas cerebrales normales. No hayamos problemas neurológicos, sólo algunas anormalidades comunes en gente con depresión. No es hipertenso, no tiene mulceras y sus riñones no están dañados. Qué mal, al menos eso explicaría por qué sangra a veces de la nariz oídos boca y retra vaya ahora si se nota que estudiaste algo unos años medicina, si no hay nada, cree que se está haciendo. Un pendejo está trastornado. Él y su hermano sufrieron abusos desde niños y tiene tendencia a la psicopatía. Cuando se combina la predisposición a la psicosis y un historial de abuso fuerte, prematuro y continuo, el resultado puede ser una persona demasiado peligrosa, pero sabe lo que hizo nada más que tiene una inmensa culpa desde pequeño, porque desde pequeño su mamá lo rechazó y descuidó a él y a su hermano porque era alcohólica y drogadicta. José Damián piensa que él es culpable de haber sido rechazado por su mamá desde el vientre cree que está maldito por un demonio. En lugar de aceptar que su madre fue la responsable por adicta y no es todo. Su hermano fue abusado sexualmente de niño por el padrastro de ellos está cuidado y la doctora hay mucha gente. José Damián presenció a sus abusos y nunca pudo gritar para pedir ayuda. Los gritos que no puede dar cuando tiene la parálisis del sueño en las que sueña que un demonio lo hace ver. Mujeres que violar representan los gritos que no pudo dar siendo niño para salvar a su hermano. Los ojos de las mujeres que le piden auxilio cuando son abusadas por el demonio son porque su hermano hacía lo mismo Cuando era violado. El hermano era retraído y casi no hablaba con la mirada. Pedía ayuda a José Damián que de alguna manera estaba obligado a ver no para observar el sufrimiento de su hermano, sino para cerciorarse de que el hombre no saliera de la cama de José Carlos si se metiera la suya. Por eso siente que las manos terroríficas le sujetan la cabeza para ver a las mujeres mientras son violadas. Todo esto le ha provocado una culpa enorme y agrégale al reciente secuestro y asesinato de su hermano. Aún debo descubrir qué significa lo de las manzanas. Hija de una tal chis chesica nunca surgió si nombre sus declaraciones. Su esposa, bueno, ex esposa, se llama María Na, lo dejó por infiel. Le pido otra copa doctora. Gracias, Ulises, pero mañana tenemos que trabajar. No invente, También debemos vivir a poco. Nunca llegó deshilada lo hacía antes, pero con los años habla como si ya fuera una roca. Tenemos casi la misma edad. Sí, pero los hombres aguantan más cantidad de alcohol y aparte, se nota que tú eres súper fiestero jamás confunde, Doctora, no te hagas pendejo cabrón. Eso, Doctora, ya salió la verdadera Isabel Chingan, una mujer con la escrito lubre se acerca. Le dice a Isabel golpos tenebrosa. Él está afuera, te está esperando para castigaste y se desmaya. Un hombre se acerca al ser hecho nada. A la mujer le dice qué debió de más y se la lleva y onda con esa mujer. Está Ebria olvídese de ella. No nos va arruinar esta noche. Vido entonces la otra. Dos horas después estuve muy divertidas. Gracias. Tome mi chamarra hace frío y solo trae esa blusa. No. No me gusta que los hombres creen que las mujeres somos débiles. Ya no recuerdo dónde dejaste el carro. La siguiente cuadra por qué no quisiste dejarlo con el ballet parking. No hombre, se roban la llanta de refacción y el gato, pues no se robaron ningún gato. Anda uno muy contento. Acá ha de estar en celo porque cabrona ulla fuerte. Qué pendejo. Los gatos no están en celos. Son las hembras, pues ese no creo que sea gata. Está grande. Mírenlo. Tres gatos más se acercan al primero y no viene. Solo están interesados en ustedes está en celo. No seas Mamón, oye soy yo. Nos están mirando restaurando el chicara. Creo que sí, José sí, puta madre, no esos hito más gatos sigan y se unen a los otros o les haga caso. Ya vamos a llegar a mi coche. Faltan como cincuenta metros. Se están interponiendo en nuestro camino mejor. Hay que rodear. No vayan a tener rabia o no bajé la pistola. Chinca está bien. Vamos a regresar y de rodrar varios gatos ciegas por detrás de ellos marca. Todos nos están acorralando deme la mano no tenga miedo. Vamos a seguir caminando y ya falta poco, pero no hay por dónde pasar. Cada vez se están acercándose más. Vamos a correr. Estos hijos de la chingada se la van a ver con mi revólver en cuanto llega mi carro. La mas se les está increpando. No me suelten borramos lista. Sí, ahora, Isabel y Ulises corren desesperadamente. Los gatos se les lanzan. Así, corra, corra. Isabel se protege la cabeza con las manos porra por fara. Ulises se arranca con fuerza machopjen no tienen piedad. Los muertos lo exclaman las garras salvajemente. Ajá Ulises se quita de encima cuanto gato puede no y le quita a algunos. A Isabel los azota contra el suelo y les aplasta el cráneo, pero aún así sobe a muchos los que los están atacando. Los cuerpos de oro sangran aparatosamente, pero siguen corriendo ua refija. Ya llegamos. Isabel pierde fuerzas, cae al suelo, se contrae en posición fetal. Los gatos se abalanzan sobre ella. La blusa que trae puesta es muy delgada y las mordidas la tasajean Ulises saca la pistola del autor manito. Isabel está muy herida y bañada en sangre. Ulises se mete al autor cargando a Isabel repole le dispara a dos gatos que se metieron, los agarran, los lanza por un hueco de la puerta. Al mismo tiempo, José Damián en sus celdas soy impresiona a ver qué les ocurre. Sangre del abdomen no puede ser los heridos que me hice hacer es de los que me están soliendo con otros. Esto fue simbiosis en el bajo astral, capítulo seis colmillos asesinos, producido y narrado por Mariano Osorio, diseño de audio Emilio Chinortea. Escúchanos en el próximo episodio te atreves grabación y mezcla Luke más audio, estudios dolmiados, ciertos ojos y a tus sentidos