Antes de empezar. Recuerda bien, este sábado treinta de octubre, a las ocho de la noche horas en entral hora de la Ciudad de México, me lo contó la noche live. Contaremos cuentos y hablaremos sobre fantasmas y sobre presencias y sobre cosas del otro mundo. Boletos disponibles en Me lo contó la noche punto com evento streaming y grabado. Podrás verlo en otro día cuando quieras las criaturas de la noche se disponen a salir. Es el día del no vivo, el día que ustedes, queridos amigos vivientes, llaman el día del muerto. Para nosotros, los del más allá, simplemente le llamamos cualquier noche. Esta será una noche para recordar. La noche en que los mausoleos abrirán sus puertas, la noche en que la las pesadas lápidas de piedra y mármol se moverán para dejar salir a los vivos la noche en que el húmedo lodo del panteón deje al descubierto los viejos ataúdes donde reposan los putrefactos cuerpos de los que alguna vez llamaste seres queridos, querrán explicarlo con una lluvia ácida que hace que revivan un virus genéticamente diseñado para que en la muerte no alcance a los vivos. Pero sabes se trata simplemente de una noche mágica de la noche más mágica del año, la fiesta de los cadáveres. Así es que, conforme las manecillas del reloj, marcan el tiempo de la obscuridad y el puente se entreteje para que las almas del más allá crucen y se posen nuevamente en el interior de los insectos y descompuestos cuerpos, dando cabida a movimientos torpes. Pero certeros. Los no vivos salen son deslumbrados por la luz de la luna, limpiándose los ojos del cieno que los cubría, escupiendo alguno que otro gusano y picho que había echado raíz en su interior. Las criaturas comienzan a reacomodar sus torcitos huesos, al tiempo que sacuden desempolvando las mejores prendas que alguna vez tuvieron cuando vivos y que hoy simplemente son guiñapos viejos, pero que le sientan muy muy bien resta. Seguida al no muerto de enfrente, como si pareciera que sabe a dónde va. Hordas de pútridos se aglomeran por todos lados, andando hacia una misma dirección y un mismo objetivo balsar toda la noche, mientras la la oscura de la noche los puede resguardar, al tiempo que disfrutan de escarlatas, ponches y mezclas que se escurren por sus rotas tráqueas y se chorrean por los múltiples agujeros de sus rancias heridas. Sabe, pobres criaturas de la noche tienen mala fama. Si tan chao lo pudieran, ser libres de ir y venir a gozar y disfrutar sus íntimos placeres carnales que disfrutaban de vivos, no tendrían que perseguir y morder a hombres que los acechan con antorchas. Tal vez algún día los vivos logren llegar a ser tan civilizado como los muertos. No lo cree